Review GRYPHON DIABLO 300

Amplificador integrado GRYPHON DIABLO 300 : Un peldaño más hacia el Nirvana.

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¡Pues sí, un amplificador integrado! Cuando me dieron la posibilidad de evaluar este singular aparato en mi sistema, debo reconocer que fui ligeramente escéptico con la posibilidad de que fuera un buen director de ceremonias para mi cajas. Pero antes de nada, volvamos al principio, que es por donde se empiezas las cosas. El Diablo 300 es el más alto amplificador integrado de gama de la marca danesa. Quizá eso no sea muy complicado, ya que en su catálogo solo se encuentran dos integrados, -a pesar de que el Atilla, el otro amplificador integrado de la marca-, es un producto excepcional donde los haya. No obstante, es curioso ver de qué manera está estructurada la gama de productos Gryphon, ya que si la observamos, veremos que el Diablo 300 es el encargado de llenar el lugar existente hasta llegar a la etapa de potencia “de entrada” de la marca: ni más ni menos que la Antileon EVO estéreo, (con un precio de venta al público de aproximadamente 35.000€).

Probablemente, el que esté leyendo estas líneas, conocerá aunque sea a grandes rasgos esta marca nórdica, tan especial como única. Tiene bien ganada una reputación que ha ido forjando desde sus inicios, ofreciendo siempre productos del más alto nivel. Cada uno de ellos es sinónimo de la más alta calidad sonora; sonora y constructiva, y son más bien pocos los fabricantes que son capaces de ofrecer las cotas de excelencia que es capaz de ofrecer Gryphon. Esto, por supuesto, no es una percepción únicamente mía, sino que es opinión que se desprende de un gran número de aficionados y profesionales que copan este gremio. De hecho, no hay más que ver las especificaciones comunes a cada una de las realizaciones de la firma, los rasgos de familia: auténtica configuración doble monofónica, microprocesador que controla el nivel de volumen, placas de circuito impreso de doble y cuádruple capa, recorrido ultra corto de la señal, construcción con especificaciones de grado militar, diseños sin utilización de realimentación negativa, transformador toroidal Holmgren…

Cabe destacar que éste es una actualización del Diablo original, que recientemente y tras 10 años en el mercado le llegaría dicha revisión; un aparato que se ha visto beneficiado de nuevas técnicas, como mejoras en la fuente de alimentación, -la cual ha sido rediseñada-, recibiendo tecnologías derivadas de la espectacular etapa de potencia Mephisto, así como mejoras procedentes del preamplificador Pandora en el control de volumen.

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Por supuesto, tan buenas características deben verse reflejadas en el sonido, (del cual hablaré más adelante), y esto no es una excepción. En el caso del aparato que nos ocupa, se trata de un amplificador con una enorme capacidad de corriente, (ya norma de la casa incluso para sus preamplificadores). En este caso, el fabricante anuncia 300w a 8 ohmios y 600w a 4 ohmios, con lo cual, este Gryphon, al igual que cualquier producto de la casa, cumple el teórico de amplificador perfecto. En este caso, el hecho de que un aparato tenga la capacidad de dar casi 1.000w a 2 ohmios dice mucho del animalito que estos días tengo “entre manos”, ¡mucho más si se trata de un amplificador integrado! Es más, no hay más que contemplarlo tanto por delante como por detrás para comprobar que la construcción es de primer nivel; ¡parece un mini Mephisto!

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