En las líneas que han precedido, he podido describir sin entrar en grandes detalles los sistemas más llamativos que tuve la satisfacción de escuchar. Sin embargo, había muchas otras cosas bastante interesantes, unas por primicias, y otras porque nos llamarían a todos los amantes del sonido con mayúsculas la atención. Un ejemplo de ello fueron las nuevas Wilson Audio Sabrina con electrónica Audio Research. Las pequeñas norteamericanas me llamaron la atención por el tamaño con respecto a la sensación de directo que dan. Tienen pegada, tienen definición, extensión, medios… La única duda es el precio a pagar, -el cual desconozco-, con respecto a cosas similares que ya hay en el mercado, -pero eso es casi como todo en este mundillo-, algo que cada uno tiene que escuchar y sopesar. Las cajas, desde luego, suenan a altavoz más grande, con un agudo en algún momento más incisivo de lo que a mí me gustaría, pero eso se puede deber a factores tales como el rodaje, o bien a la misma electrónica. En todo caso, a niveles altos de presión sonora, este hecho puede resultar, -según a quien-, ligeramente molesto.
Otro sistema llamativo para mí fue el compuesto por electrónicas MBL y fuente analógica Kronos Audio Pro, no tanto por el sonido, sino porque nunca había visto electrónica alguna de esta firma alemana. Por desgracia no pude escucharlo todo lo que quise, ya que había otros sistemas en la misma habitación o en la contigua, y siempre que me acercaba a escucharlo de pronto empezaba a sonar otro equipo, como es el caso de la pelota de Devialet, el Phantom. Además había no uno, sino tres pelotas sonando al mismo tiempo y a mansalva.
Otro tema destacable y que casi pasó desapercibido para mi, fue la sala Magnelusa. El primer día pasé olímpicamente de ella: puerta pequeña y poco llamativa. Con la cantidad de cosas para ver, la gente no se percataba que allí dentro, podría haber algo especial, más si era la sala de Sennheiser. El domingo me dio por entrar, y me alegro mucho de haberlo hecho, ya que en ella se encontraban los herederos de los famosos Orpheus, un auricular electrostático conectado a un previo de auriculares a válvulas. Después de 25 años, el fabricante decidió volver a editarlos, actualizándolos. En esta ocasión, su nombre es HE-1, y a pesar de que siguen el mismo concepto que entonces, el precio es sensiblemente más elevado. También electrostáticos, éstos van conectados a un previo de auriculares realizado en mármol italiano. En la parte superior se pueden ver las válvulas de vacío con el logo de la marca en cada una de ellas. Desgraciadamente, no tenía todo el tiempo que merecían dedicarles, pero pude escuchar algunos temas de Pink Floyd. El sonido me pareció realmente bueno, sin fisuras, todo perfecto, en su sitio, con cuerpo, grave, dinámica, definición… ¡todo! A decir verdad, para el precio que tienen, no se podría esperar menos.
Un sistema que no esperaba encontrarme fue el compuesto en su totalidad por componentes AVID, sobre todo por el hecho de que no tenía ni idea de que esta marca desarrollara y concibiera equipos hifi. En todo caso, el equipo era doblemente llamativo. Uno por el diseño de sus componentes. Dos, por el sonido que salía de las cajas. Un sonido muy bien resuelto, bien colocadito donde todo sonaba muy bien y real; en su justa medida. Desde luego es un buen punto de partida para ver cosas muy interesantes.
En otro orden de cosas, un certamen de este tipo no podía dejar de tener otro tipo de representaciones, porque bien es cierto que todo buen sistema se queda prácticamente huérfano si el material donde está grabado nuestra música favorita no es de calidad, y una vez más, como feria de nivel que es el AudioShow, notamos y vimos la presencia de Kleifri Records, un referente en cuanto a la venta de material audiofilo, -sobre todo en vinilo-, que los asistentes podían adquirir allí mismo. Aunque no soy un entendido en música clásica ni mucho menos, vi que se podía adquirir material muy interesante de sellos de la talla de Reference Records, Testament o Hi-Q Records.
Por otra parte, también tuvo cabida el rincón para la demostración de pantallas LED 4K. Por supuesto que había mucho más para ver y escuchar, como el sistema completo AudioNote, el sistema Burmester con las cajas Apertura Onira, o el sistema Jeff Rowland con las cajas Trenner & Friedl, (totalmente desconocidas para mi), pero la falta de tiempo no me dejó centrarme con la profundidad que se merecen estos sistemas. A pesar de que había un poco de todo, equipos desconocidos y muy buenos, otros más conocidos y de peor resultado, el certamen AudioShow de Lisboa siempre, (al menos las ediciones a las que yo he podido asistir), ha mostrado un nivel muy alto, de recomendada visita para los aficionados españoles, ya que Lisboa no está tan lejos y de paso saboreamos los demás placeres que la capital lusa muestra y demuestra.
Articulo escrito por Patricio Arrieta
Fotógrafo: Patricio Arrieta
A continuación más fotos del resto de equipos vistos en el AudioShow :
Audio Note presentaba su amplificador Tomei con unas exclusivas Elrog 211, con cajas acústicas de misma marca. Sonido intimista muy agradable.